VERDADERO OASIS
Las relaciones tormentosas se consiguen dar entre amigos, novios, esposos o incluso entre familiares. Cuando ésta forma de relacionarse se da entre novios, el problema adquiere unas características muy particulares. El noviazgo es una etapa de descubrimiento en el que se experimentan sensaciones muy intensas que permiten a los novios madurar como individuos y como pareja, y prepararse para el matrimonio. Pero, ¿qué pasa cuando un noviazgo se convierte en una relación problemática? Las consecuencias pueden ser peor de lo que crees.
¿Por qué suceden éstas relaciones?
La mayoría de estas personas tienen una baja autoestima, o una inestabilidad emocional que los lleva a creer que, si pelean constantemente con su pareja, la relación marcha bien, sin tomar en cuenta que denigran su dignidad humana.
Ocurren también cuando estas personas se encuentran con alguien positivo que les puede proporcionar los elementos necesarios para una sana relación, no saben qué hacer y terminan agrediendo a esa persona o huyendo de ella, para buscar a alguien con quien poderse pelar todo el tiempo.
Hay ciertos mitos que ayudan a crear relaciones destructivas. Uno de ellos es la falsa idea de que podemos cambiar a la pareja. El amor puede lograr muchas cosas, pero cambiar hábitos y actitudes negativas en una persona es una labor digna de una película.
Otro mito muy difundido, sobre todo entre los hombres, es que para quedar bien entre los amigos hay que dejarles bien claro que tienen el control total. Aunque no canten victoria, chicos, porque hay chicas que también necesitan demostrar a sus amigas o a sí mismas quién es la que lleva el mando en la relación de pareja.
Otras consecuencias son: infidelidad, el abuso en comidas, alcohol o tabaco y una alta probabilidad de fracasar como pareja.
Si se deja pasar mucho tiempo, este tipo de noviazgos pueden derivar en problemas más gruesos como fracaso matrimonial, violencia y traumas en los hijos.
Si detectamos que vivimos sumidos en una relación tomentosa, lo mejor es conducirse, y rápido. Cuando una relación se ha estropeado al punto de haberse perdido el mutuo respeto, lo mejor es terminar por lo sano. Si ya hicimos todos los intentos con pocos o nulos resultados, es momento de convencernos a nosotros mismos que la relación no tiene futuro y que ha llegado el momento de hablar con sinceridad con la pareja. FIN
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