ME DUELE
Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed.
El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar.
El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.
La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos.
El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.
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